Cuando llegué de vuelta a Chile después de estudiar en Japón, sentí que ya me sentía cómodo con mi nivel de japonés. Entonces se me ocurrió la idea de hacer un proyecto que haga uso de ambos idiomas, japonés y español. Ya van dos años desde que lo empecé, así que el anuncio llega bastante tarde, pero en fin: en julio de 2018 empecé una cuenta de Twitter que se llama “Japoñol”, donde hasta hoy sigo tuiteando en japonés y español.
El objetivo es darle una oportunidad a los hispanohablantes que estudian japonés, y a los hablantes de japonés que estudian español, de conocer el idioma en un contexto más natural, o tal como lo usan los nativos. Así estaba explicado en mi perfil hasta hace poco, cuando quité esa parte. En vez, ahora dice que tuiteo sobre la situación en Japón y Chile. La razón es porque, si bien en un principio no era así, eventualmente el contenido se volvió bastante político.
No es como si el objetivo hubiera cambiado. Nunca hice esfuerzos por evitar el tema de la política, ni tampoco intenté ocultar mis opiniones personales.
Desde un principio tenía claro lo que quería hacer. Ya que el japonés no es mi primera lengua, y que no tengo suficiente tiempo, estaba descartado hacer contenidos por mi cuenta. Por eso, la idea era citar contenidos hechos por terceros, y comentarlos en formato de tuits.
Pero concretamente qué contenidos utilizar fue un asunto al que me demoré en darle respuesta, en lo que hacía distintos tipos de experimentos. Pero al fin lo mejor es siempre escribir sobre lo que a uno le interesa. Eventualmente llegué a criticar el gobierno de Abe; por mi aprendizaje del mandarín le puse el ojo a la situación con los Uighur y el movimiento pro democracia en Hong Kong; y luego por supuesto tomé el tema del movimiento por la dignidad en Chile. Los temas a tratar se volvieron de alguna manera un poco “extremos”.
Por eso llegó un momento en que cualquiera que me siga con la idea en la cabeza de que estaba siguiendo una cuenta puramente sobre aprendizaje de idiomas, se iba a topar con contenidos inesperados, y potencialmente poco agradables. Para evitar malos entendidos tomé la decisión de cambiar la descripción.
En el futuro muy probablemente volverán a cambiar los temas que tuiteo, pero lo que dudo que alguna vez cambie es el hecho de tratar temas que me interesan. Por eso también dudo llegar a tener un número muy grande de seguidores (a la fecha están un poco por sobre los 900 nada más).
Comment.